domingo, 11 de noviembre de 2012

Querer enviar a la mierda, esa sensacion tan jodida, que es la impotencia.

Ella yacía sentada en el columpio de su jardín,valanceandose con desgana.. Hoy le había vuelto a pasar,le habían vuelto a rechazar. Quizá ella no estaba destinada a encajar en ninguna parte,quizá solo era otro corazón roto olvidado por los demás. Se fumaba el último cigarrillo del día,y mirando como el humo desaparecía en la penumbre de la noche,pensaba que ella desearía hacer lo mismo. Con pasos lentos y perezosos volvía a su dormitorio y desaparecía entre las sabanas. -Ya nada tiene sentido aquí-pensó.

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