lunes, 2 de abril de 2012

Tú para mi , yo para ti..

Después de un tiempo aprenderás que querer no significa apoyarse y que compañía no siempre significa sinceridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contactos ni regalos ni promesas. Aprenderás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, como si nada pasara. Aceptarás que incluso las personas buenas pueden fallarte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos pueden destruirla. Comprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo ya que no importa qué es lo que se tiene, sino a quién tienes en la vida. Descubrirás que muchas veces te tomas a la ligera a las personas que más te importan. Que no importa a donde te dijeras, sino a donde llegues. Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlarán a ti y que ser flexible no significa ser débil, porque no importa lo delicada y frágil que sea una situación, siempre existen dos lados. Y que solo porque alguien no te quiera de la forma que deseas no significa que no te quiera de verdad. Te darás cuenta de que no siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Comprenderás que no importa en cuantos pedazos se partió tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles. Entonces y solo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres más fuerte de lo que tú misma creías y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas. Y es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

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